El celofán

Cuando murió Paco De Lucía editaron un documental sobre su vida en el que aparecían varias entrevistas; en una de ellas contestaba a una pregunta diciendo, “hay mucha gente que cuando hace un regalo piensa que lo más importante es la envoltura (el celofán) cuando lo verdaderamente importante es lo que va dentro (el regalo en sí)”.

Hace unos días charlando sobre la campaña electoral con un primo periodista, mientras tomábamos un vino, terminé sincerándome y le dije que, por primera vez, iba a votar por exclusión a lo que él me preguntó por los criterios que pensaba utilizar. Hoy los voy a compartir con todos vosotros: limitándonos a los partidos de ámbito nacional (los de ámbito autonómico creo que hay que tenerlos en cuenta en dichas elecciones) entiendo que cualquier persona con un mínimo sentido común es imposible que vote Vox, me parecería una desgracia para el país que un personaje del nivel y la trayectoria de Pablo Casado pudiera acceder a la presidencia, Ciudadanos que hace unos meses podía parecer medianamente razonable se ha radicalizado una barbaridad y, aunque durante la campaña, Podemos ha sido posiblemente el más tranquilo, hablando en positivo, no me fío de Pablo Iglesias puesto que su forma de comportamiento me lo hace ver poco menos que “mesiánico” y con un nivel de egolatría alto; llegados a este punto la conclusión es obvia, el menos peligroso puede ser el PSOE de Pedro Sánchez a pesar de la advertencia de mi querido Primitivo cuando decía que “éste es más tonto que Zapatero”.

Derivado de la sociedad actual en la que, posiblemente como consecuencia de una educación manipulada (siete leyes en 40 a.), prácticamente ha desaparecido toda capacidad de crítica y razonamiento y cada uno va a lo suyo importándole un rábano los demás, los partidos parece que han llegado a la conclusión de que ya no es necesario ser fieles a la antigua máxima de que los programas electorales se hacen para no cumplirlos; ahora se limitan a no hacerlos y vocear a los cuatro vientos aquellas cosas que piensan pueden resultar agradables para inducir al voto fácil aunque no tengan nada que ver con la gestión solidaria de una sociedad moderna.

A lo largo del tiempo trascurrido desde la convocatoria de las elecciones todos los partidos, excepto Podemos, se ha dedicado a decir auténticas barbaridades de los demás, a dibujar panoramas desoladores si no son ellos los que gobiernan, a establecer muros que impidan el diálogo y a obviar medidas concretas que puedan mejorar la vida del conjunto de la sociedad. Se dedican a ofrecer a la sociedad (a cambio del voto) UN REGALO CON UNA ENVOLTURA PRECIOSA PERO EN CUYA CAJA NO HAY ABSOLUTAMENTE NADA, SOLO ES CELOFAN.

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