Y, como siempre, seguimos igual

Ha pasado año y medio y, parece ser por la forma de actuar, que no hemos aprendido nada (bueno, para ser exactos, no han aprendido, o no han querido, los políticos). Me estoy refiriendo a esa vergüenza de la Humanidad que se está cometiendo con los habitantes de los países de Oriente Medio y África, a los que se obliga a emigrar para poder intentar vivir y que tiene su reflejo más visible en el Mediterráneo.

Como recordarán en Octubre de 2013 ocurrió la tragedia de Lampedusa (sobre la que escribí el 21/10/13 bajo el título de “cinismo e inmigración”) que desencadenó un alud de manifestaciones verbales de los políticos rasgándose las vestiduras y diciendo que eso no debía ocurrir nunca más; en teoría diseñaron un operativo que no podía fallar e incluso lo dotaron económicamente con 9 millones de € (creo mensuales) que estos días se ha sabido quedaron reducidos a la tercera parte y del que nunca más se han tenido noticias.

Nueva tragedia con casi mil muertos y nuevo espectáculo calcado del anterior (podrían haber puesto el video de hace año y medio y nadie se habría dado cuenta del engaño), diseñando un operativo nuevo y dotándolo, casualidad, con 9 millones de € mensuales. En ningún momento los representantes públicos oficiales (digo oficiales porque quiero creer que sus manifestaciones no son precisamente las que harían los ciudadanos a los que oficialmente representan) se han referido, ni siquiera el Papa, a las causas que generan esta situación.

En El Correo del 27/04/15 aparece una viñeta de Antón que creo refleja perfectamente la situación: contemplamos un magnífico edificio de oficinas con sus preciosas banderas de los distintos países y el cartel de COMISION EUROPEA; a través de una ventana de la última planta podemos ver el diálogo del interior 1- Nuestro problema es evitar más noticias de muertes en el Mediterráneo…. 2- Lo que les pase luego en sus países de origen es problema suyo. Difícilmente se puede transmitir tanto en tan poco espacio y, aun así, yo creo que se ha quedado corto y que perfectamente podría haber suprimido el luego y dejar la 2ª frase en “Lo que les pase en sus países de origen es problema suyo”.

La confirmación de cuanta verdad hay en esta viñeta nos lo ha traído el terremoto de Nepal, gracias al cual el Mediterráneo ha desaparecido de los medios de comunicación tal como ellos quieren. Como siempre, por desgracia, el interés informativo de una catástrofe y por supuesto el humano desaparece con otra posterior; la diferencia en este caso es que mientras la 2ª es una catástrofe natural inevitable, la 1ª está causada por nosotros (entendiendo por nosotros a los causantes directos, traficantes de armas y multinacionales explotadoras, y todo el resto de la población que calla en su comodidad). No he oído a nadie manifestarse con tanta claridad sobre este tema como al Rey Felipe en la entrega de los premios Príncipe de Asturias cuando dijo “Lo más grave de los comportamientos humanos denigrantes no es el comportamiento en sí (que también) si no el silencio cómplice de todos los demás”.

Entiendo que posicionarse sobre estos temas, analizándolos en profundidad y buscando sus causas primarias, resulta incómodo e incluso peligroso (si conseguimos la audiencia suficiente) en nuestro mundo feliz, pero si no tenemos la capacidad de denuncia suficiente estamos condenados a que se repitan día a día como si fueran catástrofes naturales inevitables; terminaremos considerándonos las “víctimas” porque vienen de fuera a invadirnos en nuestra propia casa.

 

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