La vida

¿Qué es la vida?. La respuesta puede tener todos los matices que queramos pero se podría definir genéricamente como el tiempo transcurrido desde la aparición sobre la tierra (nacimiento) hasta su desaparición (muerte), pasando por su evolución, de cualquier ser con capacidad para realizar dicho recorrido. Aquí están incluidas todas las formas de vida (seres unicelulares, plantas y animales).

Partiendo de la base de que existe una interdependencia entre todos y que nada de lo que hay sobre la tierra sobra, la convivencia debe ser equilibrada, sin abusos, para preservar el ecosistema: en definitiva todas las vidas son importantes (cualquiera que sea su estadio de evolución) pero aquí vamos a tratar de lo que significa la vida humana. Ya tendremos tiempo, más adelante, para el resto.

¿Cuánto vale una vida humana?. Por definición no hay valor material para compensarla porque es algo único y maravilloso, que cuando se quita no se puede devolver ni le produce beneficio alguno (per se) al que la quita y que es una pérdida insustituible para la humanidad que ya no será nunca como lo habría sido con ella.

Si esto es así ¿por qué se quitan, a veces, con tanta facilidad? Y, sobre todo, ¿por qué, cuando un loco (o varios) actúa como tal, los supuestamente cuerdos lo utilizan como excusa para justificar las actuaciones tendentes a conseguir sus intereses particulares y habitualmente significa un número ingente de muertes? ¿Por qué cuando el que actúa de esta forma es un país es imposible que el resto del mundo se ponga de acuerdo para condenarlo y obligarlo (legítimamente) a no repetir, castigando a los responsables?

Desde mi más tierna infancia se me transmitió el respeto por el prójimo y sobre todo por la vida y posteriormente la profesión me ha enseñado los esfuerzos que supone conseguir que las personas puedan prolongar su “esperanza de vida”, y siempre de uno en uno. Con estos antecedentes no puedo evitar una pregunta que martillea mi mente como si fuera una gota de agua permanente: ¿por qué los hombres (llamados racionales) son capaces de segar vidas con la misma facilidad y falta de escrúpulos que si estuvieran segando las mieses en el campo?, ¿por qué, unas veces, somos capaces de hacer ímprobos esfuerzos par mantener viva a una persona enferma y otras sólo nos hace falta un chasquido de dedos para aniquilar cientos o miles?, ¿por qué unas personas se sienten mal cuando no consiguen salvar una vida y otros lo olvidan cuando vuelven a su casa después de realizar la carnicería?.

Hoy he leído un comentario (supongo que cierto puesto que estaba entrecomillado) de una de las personas que en la actualidad tiene más capacidad de influencia a nivel mundial: “Un león no se preocupa por la opinión de una oveja”; el susodicho “personaje” no es otro que el dios del futbol LEO MESSI, cazado en fraude fiscal y que posiblemente sea juzgado y nadie ha osado emitir una opinión sobre la frase y la actuación, mucho menos su club. Aunque pueda parecer que no es exactamente lo mismo que lo que estamos tratando la relación entre ambas actitudes es manifiestamente clara; en los 2 casos se percibe una falta total de ética, respeto por los demás y ausencia de responsabilidad dada la capacidad de influencia de sus opiniones. ¿Cuántas ovejas se podrían salvar con una parte de los ingentes ingresos de los “dioses” del deporte?

Si hacemos un ejercicio de análisis sobre porqué las personas (“animales superiores”) pueden ser capaces de actuar así yo creo que a la cabeza se encuentra el egoísmo y el ansia de poder (tanto económico como de influencia), pero no podemos olvidarnos del odio, la venganza, el fanatismo (ideológico, religioso, territorial, de raza, etc.).

Repasando una a una las guerras que están en activo en el mundo (y no son pocas) seguro que todas tienen como origen alguno o varios de estos motivos. El brote más reciente de un conflicto que amenaza con convertirse en “eterno” (el judío-palestino) es un ejemplo perfecto: el desencadenante fue la muerte (supuestamente asesinados) de 3 judíos; a partir de aquí, en cualquier otra situación, lo lógico sería dejar que la justicia se encargara de descubrir los culpables y que fuera a ellos a los que se castigara de acuerdo a lo que marca la ley vigente. En lugar de ello Israel arremetió contra la franja de Gaza y ésta disparó sus cohetes y ambos se han negado a aceptar una negociación seria: el resultado, en la actualidad, son más de 2000 muertos (entre ellos muchos niños). No he conseguido entender que dos pueblos que han vivido durante siglos en el mismo territorio (me imagino que amándolo), sean incapaces de compartirlo en paz y respeto y más cuando ambos han sufrido barbaridades a lo largo de la Historia y siguen preceptos religiosos con un origen común. Quizás tenga algo que ver con la intransigencia a ese nivel dado que ambos parecen considerar impuro al que no cree como él.

Siempre he defendido que en nombre de las “PATRIAS Y LAS RELIGIONES” se han cometido las mayores barbaridades de la Historia.

Mi padre siempre me decía que la violencia llevaba al hombre a su estadio más primitivo: EL ANIMAL. Imaginemos cuando además la acompaña la muerte.

Como reflexión final dejo una frase que procede de una película en la que no he encontrado mucho más mérito: “LOS ANIMALES SOBREVIVEN, EL HOMBRE LUCHA PARA VIVIR EN LIBERTAD. Puede parecer muy bonita y de fácil venta pero realmente ¿REFLEJA LA REALIDAD?. Yo creo que muchas veces el animal ansía vivir en libertad y el hombre lucha para quitársela a los demás.

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