La Proposición

¿QUIERES DORMIR ESTA NOCHE CONMIGO­?. Así, fresca y directa, con su español aderezado con acento holandés, rubia, con unos maravillosos ojos azules y guapísima me hizo la propuesta como un regalo tardío de cumpleaños (había cumplido 67 el día anterior); se llama Zoé, como la emperatriz bizantina casquivana y manipuladora, y yo le dije que si, como siempre que me pide algo, pues (por si no lo habíais adivinado ya) se trata de mi nieta de 6 años y se ha ganado ese derecho que yo cumplo con puntualidad siempre que está con nosotros.

Abuelos-nietos, relación alegre, profunda y gratificante; ellos llegan en una etapa de la vida en la que aportan alegría, ilusión y dinamismo (en definitiva nos trasladan a una época que ya creíamos perdida) y nosotros les dedicamos lo mejor de nuestra experiencia y tolerancia, le damos la pausa y el enfoque tranquilo que necesitan. Los abuelos son fundamentales en el desarrollo inicial de los nietos y éstos completan el ciclo vital de los primeros.

Si analizamos con una mínima atención la evolución a lo largo de la vida nos daremos cuenta que los hijos llegan en una etapa de esta (cada vez más tardía por cierto) en la que tenemos 2 capacidades imprescindibles, la física para poder soportar el esfuerzo que significa su crianza y la económica para poder soportar los costos, pero ello implica que la dedicación a ellos sea más acelerada porque el tiempo es limitado y se pierde, en gran medida, el aprendizaje de la reflexión necesaria antes de las decisiones; ahí entran en acción los abuelos con el tiempo necesario para hablar y razonar con lógica (también para conceder caprichos que evitan frustraciones y ser cómplices de pequeños secretos, sin importancia en el contexto general pero, fundamentales en el desarrollo de los niños).

En los últimos tiempos la relación de muchos abuelos con sus nietos se ha transformado en la de un mero canguro que se limita a llevarlos al colegio, recogerlos y ponerles la comida; todo ello viene derivado de la conciliación familiar-laboral y la modificación de horarios de los padres que les impide poder realizarlo ellos por lo que tienen que delegar y los abuelos se convierten en padres de sustitución con la consiguiente pérdida de libertad y deterioro de la relación gratificante descrita anteriormente.

Llegados a este punto pienso que sería interesante que todos nos preguntáramos como puede repercutir, a futuro, en la evolución de la sociedad estas formas de vida actuales. Creo que estamos delegando y eliminando muchas responsabilidades de la educación de nuestros hijos en los abuelos (labores de padres en estos y labores de estos desaparecidas) y lo que es más peligroso dejando sin un filtro adecuado la influencia externa que llega a través de internet y todo el resto de medios de comunicación actuales y futuros, imprescindibles en el desarrollo pero tremendamente peligrosos si carecen de ese mínimo control. La dependencia que generan en nuestros jóvenes se puede equiparar a la de las drogas más peligrosas del mercado.

Estamos asumiendo, también desde las instituciones, todos estos logros con sus virtudes y sus defectos y no nos planteamos potenciar las primeras y evitar los últimos porque significa un mayor esfuerzo de los adultos o, lo que es mucho más peligroso, porque hay un beneficio económico por medio. Pediría una pausa y un análisis profundo para posteriormente actuar en consecuencia; en el momento actual, no sé cómo se podría pero seguro que de una reflexión, tranquila y no contaminada, de expertos surgen pautas de actuación que eviten, a futuro daños irreparables. SEGURO QUE LA RECUPERACION DE LA FUNCION PRIMITIVA DE LOS ABUELOS PUEDE SER IMPORTANTE.

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