Agradablemente incómodo

Como todos sabéis hemos terminando un año realmente difícil de digerir desde el punto de vista político; entre precampañas, campañas, elecciones y negociaciones posteriores posiblemente no hayamos tenido un día libre de la contaminación generada por esa banda de manipuladores cuya única meta es mantenerse en el poder a costa de lo que sea.

            Posiblemente el 20 D haya marcado un punto de inflexión en la historia parlamentaria de este país: hasta ahora sólo 2 partidos tenían capacidad de maniobra a la hora de formar gobierno (es más, en casi la mitad de las legislaturas -5 de 11- ha habido mayoría absoluta por lo que esto queda reducido a uno) y, en el momento actual, son 4 los partidos que pueden componer varias posibilidades de conformación de gobierno. Si, además de esto, analizamos uno a uno los parlamentarios nos daremos cuenta de la diferencia con otras legislaturas: el porcentaje de “veteranos” es manifiestamente menor y básicamente los responsables de ello son los partidos emergentes.

            A lo largo de todo el trayecto democrático anterior, gracias al famoso bipartidismo (cada una de los 2 partidos, cuando gobierna, modifica las leyes buscando su beneficio o el de ambos cuando coincide), hemos ido incurriendo en una serie de vicios que nos han llevado a un “deterioro democrático” manifiesto:

  • LA CORRUPCION: considerada por los ciudadanos como una de las mayores lacras de esta sociedad. A lo largo de estos años nadie ha atacado las principales causas que la generan: a/ permanencia en el cargo durante innumerables años. b/ sensación de impunidad por procesos judiciales eternos. c/ sensación de rentabilidad derivada de la no devolución de lo “robado” y la consecución de beneficios penitenciarios que acortan al mínimo su estancia “entre rejas”. d/ aforamientos que dificultan al máximo los procesamientos.
  • LEY DE EDUCACION: a lo largo de esta etapa ha habido una ley nueva con cada cambio de tendencia de Gobierno. Con ello se ha conseguido que, a pesar de ser uno de los países con menos alumnos por profesor y mayor dotación económica por alumno, estemos en los últimos lugares del informe Pisa.
  • Nº DE AFORAMIENTOS: creo que estamos en torno a 18000 frente a los menos de 10 de la mayoría de los países europeos. El cinismo llega al nivel de decir que es nocivo para los que lo disfrutan porque les quita una instancia de recurso; pero nadie renuncia a él “de motu propio”.
  • LEY ELECTORAL: manifiestamente mejorable cuando a un partido le perjudica pero maravillosa cuando le beneficia. Con ella la decisión de quién va al parlamento la tienen los partidos con el poder que eso significa para los que tienen esa capacidad y el “trágala” para el resto. Una persona puede permanecer como diputado todas las legislaturas que quieran con lo que eso significa. La discrepancia, por muy razonada que sea, te convierte en un apestado.
  • REPARTO DEL PESO DE LA CRISIS: en estos momentos las grandes empresas ya están en niveles de beneficios similares a 2007 mientras que los ciudadanos de a pie están un 35-40 % por debajo de aquellas fechas.
  • LA CONSTITUCION: todos somos conscientes de lo que se ha conseguido, con ella, durante estos años pero también lo somos de la velocidad de evolución de la sociedad y de que la composición de la sociedad actual no tiene nada que ver con la de entonces; esto no significa que haya que tirarla a la basura y hacer una nueva si no que habría que actualizarla coherentemente.

En todas las manifestaciones postelectorales hemos oído de apoyar o no apoyar para la formación de gobierno sin ningún tipo de planteamientos de futuro. ¿No les parece que sería de agradecer que, por parte de “alguien”, se hiciera el planteamiento de una legislatura corta, de gestión económica técnica, durante la que se solucionara, por consenso, todos estos problemas (y otros que seguro yo paso por alto) y al final se convocaran nuevas elecciones?.

Desde mi punto de vista todo esto implica el reconocimiento de los fallos anteriores, asumiendo responsabilidades y siendo capaces de hacer las cesiones en los propios planteamientos (por parte de todos) necesarias para conseguir el consenso; es lo que yo llamo “TERMINAR UNA NEGOCIACION AGRADABLEMENTE INCOMODO”, agradable por sacar adelante una parte de lo que piensas e incómodo por permitir que tu interlocutor consiga lo mismo. Terminar AGRADABLEMENTE COMODO significa que el otro queda DESAGRADABLEMENTE INCOMODO y eso es incompatible con el acuerdo.

Llegados a este punto, de verdad ¿hay algún iluso que, después de lo que estamos viendo, piense que cualquiera de los que votamos en las urnas (por supuesto porque es inevitable) tienen la capacidad o la intención de hacer algo así?. ¿Saben lo que eso significaría para ellos?. Para una gran parte sería ir al paro o cuando menos perder una gran cantidad de ingresos y capacidad de influencia y a eso no están dispuestos; por supuesto que su decisión la justificarán en base a su capacidad de servicio a la sociedad y otras “lindezas” parecidas. Visto lo visto; ¿por qué, en las próximas elecciones, no les decimos que no nos vale ninguno de ellos VOTANDO TODOS EN BLANCO?.

Gracias a todos por aguantar mis desvaríos y que TENGAIS UN MUY FELIZ 2016.

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