Economía con «alma»

¡TEMBLAD, AMIGOS, TEMBLAD!: nos hemos pasado todo el año una elección detrás de otra rematando, como fin de fiesta, con las generales que siempre son la joya de la corona. Lo cierto es que a estas alturas la capacidad de decir y hacer tonterías de los políticos (sean del color y el nivel jerárquico que sean) llega a niveles difícilmente sospechables entre las personas del ámbito normal de la sociedad; quiero pensar que se debe al entrenamiento porque si realmente lo llevan de serie pobres de nosotros. Situaciones como esta te hacen pensar que nos consideran “subnormales profundos” capaces de dejarse manipular con inauguraciones, bailes, discursos de éxitos y promesas, etc; y lo cierto es que ellos intentan que lo seamos diseñando una educación adoctrinadora en cada cambio de tendencia en el Ejecutivo (llevamos 6 o 7 cambios de ley de educación en los últimos 37 a.) consiguiendo con ello que, pese a tener uno de los números de alumnos por profesor más pequeño y de gasto por alumno mayores, estemos en uno de los últimos lugares en los informes Pisa.

Cada uno aprovecha el mínimo dato que le permita hacer una crítica o “sacar pecho” venga a cuento o no e incluso utilizando el mismo dato en ambos sentidos. Todo vale si con ello se pueden generar dudas en los electores aunque sea mentira; se olvidan de la historia y para ellos no cuentan las actitudes que han tenido con anterioridad, se limitan, cuando se encuentran en un medio de comunicación, al “tu más” y a planteamientos teóricos difusos que a posteriori nadie le pueda reclamar haber incumplido.

Yo creo que uno de los primeros premios (sino el gordo) a grandes frases se lo tendremos que dar al Sr. Presidente del Gobierno que hace unos días se descolgó hablando de “ECONOMIA CON ALMA”. Mire Sr. Rajoy cuando se menciona un término tan etéreo como alma lo menos que se puede pedir al que lo utiliza es que especifique con cual de las 15 acepciones del RAE lo está haciendo. Yo me he entretenido en leérmelas todas y la verdad es que ninguna le cuadra para la economía: puestos a analizar su frase sólo se me ocurre que la haya usado (dado que vivimos en un país mayoritariamente católico) en su 2ª acepción “En algunas religiones y culturas, sustancia espiritual e inmortal de los seres humanos”, intentando trasladar a los ciudadanos una sensación de que van a conseguir que la economía tenga sentimientos.

Sr. Presidente yo no soy economista ni político profesional pero me considero una persona con capacidad de análisis, que se informa y que, cuando tiene formado un criterio razonado, emite su opinión. Vd sabe, mejor que yo, que la economía trata sobre dinero y que éste no tiene amigos y mucho menos alma en el sentido que yo creo ha intentado utilizarla.

Si, de verdad, quiere que se acerque a ese concepto (no la economía sino Vd) la forma de conseguirlo no es decir que lo va a hacer en la próxima legislatura sino haberlo hecho en el tramo final de la actual, cuando las grandes empresas suministradoras de energía y bancos (las primeras con clientela cautiva) presentan resultados similares, si no mejores, a los de 2007 y pagan a sus directivos unas cantidades cuando menos escandalosas. Se le llena la boca diciendo que hemos salido o estamos terminando de salir de la crisis y yo creo que tienen razón si realmente creen que para quienes Vds están gobernando es para las grandes empresas porque ellas si que lo han hecho; pero como da la casualidad que les ha elegido el conjunto de los ciudadanos de este país, su obligación democrática es defender el bien común del colectivo y no el de una minoría privilegiada dañando al resto.

Todo esto que le estoy diciendo a título personal (porque me lo ha puesto “a huevo”) se puede dedicar a cada uno de sus colegas, sean del partido que sean porque, al final, lo que realmente están haciendo todos es utilizar algo tan noble como es la política ( en el verdadero sentido ético) para conseguir la mayor cota de poder y durante el mayor tiempo posible.

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