Los caraduras

Y no me estoy refiriendo a los que podemos encontrarnos, en el devenir diario, cuando circulamos por las calles o intentamos disfrutar de una vida lo más normal posible (que son muchos); hablo de aquellos que deberían ser ejemplo para el resto de la sociedad porque han sido elegidos democráticamente para representarnos y a ellos se les llena la boca recordándolo a todas horas.

Todo esto viene a cuento, en este momento, derivado del control al Gobierno en el Senado este fin de semana en el que, como es fácil de suponer, el PP por boca de su portavoz, el Sr. Maroto, arremetió con toda su artillería (real o ficticia) contra el Presidente Sánchez. Llegados a este punto a mí me gustaría hacer un serie de consideraciones para intentar trasmitir como entiendo yo la democracia.

Vamos a empezar por ir al RAE en cuya 3ª acepción de DEMOCRACIA aparece “Doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes”; esto, según mi humilde entender, quiere decir que la forma de ejercer ese poder por parte de los representantes elegidos debe acercarse lo más posible a las necesidades de toda esa sociedad, intentando respetar la ÉTICA por encima de todo y entendiendo que, en función del número de personas que te apoyen y apoyen a tus contrincantes, la influencia de tus criterios, en la toma de decisiones, será mayor o menor y teniendo muy claro que no es legítimo bloquear indefinidamente decisiones porque te beneficien a ti personalmente o a las ideas tu partido cuando la representación otorgada por los ciudadanos no habla en ese sentido.

Los dos temas conflictivos sobre los que quiero hablar con las bases de esta reflexión son: 1- El bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial por parte del Partido Popular y 2- El acceso del Sr. Maroto al Senado en las últimas elecciones.

  1. Partimos de la base que, según la Constitución, en este país existen tres poderes (el legislativo, el ejecutivo y el judicial) y los tres deberían tener un funcionamiento independiente de los demás, siempre ateniéndose a las normas constitucionales. El problema aparece porque la cúpula del poder judicial es elegida, en su mayoría, por los partidos del arco parlamentario y eso lo hace dependiente. Cuando uno de esos partidos consigue mayoría absoluta en unas elecciones coloca en el Consejo General del Poder Judicial una mayoría de jueces con una forma de pensar igual a la suya y luego esto se traslada a los nombramientos de los presidentes de todos los tribunales, hechos por el CGPJ y habitualmente con el mismo concepto, y que lo son hasta su jubilación. Como la renovación del Consejo General del Poder Judicial es cada cinco años se superpone con dos legislaturas y después de haberlo conseguido, aunque pierdas la mayoría inicial, puedes bloquear su renovación negándote a  facilitarla y así mantener el poder que eso te concede, durante un tiempo extra, aunque no tengas la mayoría parlamentaria. Durante el tiempo que el Consejo está en funciones puede continuar sustituyendo a los jueces que se jubilan. ¿Se imaginan ahora el poder que proporciona y como se puede utilizar esta politización del Poder Judicial?. Como dato informativo de ello analicemos el caso del Master de Pablo Casado: la juez instructora que lo investigó a él y otras compañeras en la misma situación, al terminar la instrucción, decidió pasarlo, para que fuera juzgado, a la Audiencia correspondiente, pero el de Casado, como en ese momento era Diputado y estaba aforado, lo tubo que mandar al Supremo (independientemente de ser algo totalmente ajeno a la actividad política y haberse producido el hecho antes de dicho aforamiento) cuyo juez, nombrado por el CGPJ elegido por el PP, sin continuar investigando dictó que se archivara y ello conllevó que lo de las otras compañeras tuviera el mismo fin para evitar una posible incongruencia. Una persona, con la carrera terminada de forma dudosa (media carrera en siete años y la otra media en las dos convocatorias del mismo año en el que ya tenía altas responsabilidades políticas que limitaban manifiestamente su tiempo de estudio) y sin experiencia profesional, que obtiene un título oficial de Master Universitario de 22 asignaturas, con 18 de ellas convalidadas y las otras cuatro con trabajos que ha podido hacer cualquiera, sin asistir a las clases, sale indemne y en el momento actual es Presidente del PP y jefe de la oposición en el Parlamento. ¿Puede haber mayor desprestigio para un régimen democrático?
  2. En cuanto al caso del antiguo alcalde de Vitoria-Gasteiz, aun siendo totalmente distinto no es menos escandaloso. Reside habitualmente en Vitoria y por Álava se presenta en 2019 a las elecciones generales no resultando elegido pesar de haber desarrollado en ese territorio toda su actividad política siendo concejal en varias legislaturas y alcalde. Llegados a este punto, para cualquier persona respetuosa y con sentido común, habría terminado el recorrido de esta legislatura, pero para el PP y el Sr. Maroto no hay imposibles; aprovechando que en el Senado hay un cupo de plazas que las eligen las comunidades y ellos tienen mayoría en Castilla León asunto solucionado, hacen un traslado de domicilio a un pueblo de Segovia, en el que antes parece ser que ha veraneado, y lo nombran ellos directamente, convirtiéndolo, posiblemente, en el primer parlamentario que resulta nombrado con dos domicilios distintos en la misma cita electoral. Si esto no es un fraude de ley que baje Dios y lo vea.

      A pesar de esto ambos suben a sus respectivas tribunas criticando a sus contrincantes como si estuvieran en posesión de la verdad absoluta y el resto no fueran dignos de la representatividad que ostentan. ¿Entendéis ahora el por qué del título de este escrito? Pero el gran problema no está en estos dos casos si no en que, antes o después, por una cosa u otra, toda la clase política termina con comportamientos que, al menos, se pueden considerar de dudosa legalidad; ellos lo hacen y si, luego, alguien denuncia tienen preparada una explicación que normalmente sólo se la creen los que les votan asiduamente y si hay una investigación judicial entra en funcionamiento su capacidad de manipulación para que no llegue a ninguna parte. ¿NO OS PARECE QUE ESTO CABREA MUCHO Y CREA MUCHA IMPOTENCIA?, pero ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA EVITARLO APARTE DE VOTAR TODOS EN BLANCO?

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