Y de nuevo me han recordado mi infancia (por cierto una infancia tremendamente feliz a pesar del aislamiento y de la falta de recursos económicos y comodidades); LAS LAVANDERAS, esos pájaros pequeños, inquietos, rápidos, que no hacen daño a nadie y que, en este caso, han coincidido con el final del invierno y la llegada de una época del año en el que la luz y la temperatura terminan con el aislamiento de meses y desgranan una explosión de comunicación y alegría, por lo menos en los países mediterráneos; en definitiva dejamos de mirar hacia dentro y nos proyectamos hacia los demás.
Hacía tanto tiempo que no las veía que la que se encontraba esta mañana en el jardín de casa ha conseguido que visualizara, como una película casi instantánea, toda la trayectoria de mi vida, desde la inocencia de la infancia en plena naturaleza hasta la actualidad (etapa calificada por un amigo como la juventud de la vejez) donde espero que haya sido capaz de conservar aunque sólo sea una pequeña parte de todo lo que significó aquel magnífico comienzo.
He tenido el privilegio de poder vivir y disfrutar al lado de personas maravillosas que me han querido y a las que yo he querido con toda la intensidad que permite el corazón (una gran parte de ellas continúan a mi lado) y con las que he ido aprendiendo y disfrutando los grandes valores de la vida (el amor, el respeto, la tolerancia, la solidaridad, etc); también ha habido a mi lado personas de las llamadas “malas” y también de ellas he aprendido cosas aunque nada más sean las que no se deben hacer. En definitiva lo que quiero decir es que posiblemente lo más importante en la vida es ser capaces de ver todo lo bueno que ocurre a nuestro alrededor aunque, a veces, esté rodeado de maldad.
Hoy pretendía hablar de la primavera, que por fin ha llegado, y fijaros por donde, al volver a ver las lavanderas, me han traído recuerdos de infancia, y la “Peli” (Stardust) que han puesto en televisión (hoy es fiesta en Euskadi), me ha hecho pensar, desde el mundo de la fantasía, en la sociedad en la que vivimos y que es el reflejo de todas las que ha habido a lo largo de los tiempos: una sociedad en la que hay tres grupos bien diferenciados: 1- Los que se esfuerzan para conseguir que la evolución sea respetuosa y solidaria. La llamada “BUENA GENTE”. 2- Los que la evolución les importa muy poco hacia donde vaya siempre que ellos puedan obtener beneficios, es más no les importa triturar a quien sea para conseguir lo que quieren. Son la llamada ”MALA GENTE”. 3- Una gran mayoría de gente indiferente que va al pairo de la marea y que son fácilmente manipulables. Son la llamada “MASA AMORFA”. Estos últimos son los clientes a los que intentan convencer los políticos en las campañas electorales.
Pero como esto último lo tenemos a lo largo de todo el año, vamos a pensar que en pocos días la nueva estación va a explotar con todas las maravillas que habitualmente trae consigo y que, por mucho que lo intenten los aguafiestas de siempre, no van a ser capaces de estropearla. ¡ANIMO! Y QUE SEAIS MUY FELICES.
