De Madrid al…

Cuando nos encontramos totalmente deteriorados anímicamente por la pandemia desde hace más de un año, nos ha llegado la convocatoria electoral de Madrid que ya es mortal de necesidad antes del inicio de la campaña.

Ayer hicieron una entrevista a Rocío Monasterio en Radio Nacional y como os podréis imaginar “vomitó” de todo lo que demagógicamente le apeteció e incluso se atrevió a dar lecciones de ética cosa que a mi me pareció hasta normal en un personaje como ella; pero lo que realmente me sorprendió fue la inacción del periodista que realmente no le hizo pregunta alguna de interés y la dejó que actuara como si estuviera en un mitin de campaña. No hubo ni un comentario sobre el pleito de siete años que mantiene con el Ayuntamiento de Madrid por la modificación realizada sin licencia municipal en su vivienda, la utilización de pabellones industriales, en zonas no residenciales, para la construcción de viviendas de lujo también sin licencia municipal o el haber estado ejerciendo la arquitectura durante unos 8 años sin estar colegiada (no se sabe si por dejadez o por no tener terminada la carrera).

Hoy lo han hecho con Edmundo Bal, el candidato de Ciudadanos, y aunque su forma de expresarse no ha tenido la radicalidad de Monasterio, ha trasmitido una sensación de posesión de la verdad absoluta tremendamente ofensiva; ha hablado del liberalismo como  la solución de todos los males de esta sociedad y de la bajada de impuestos como la gran maravilla. Eso si, se le ha olvidado poner de manifiesto que el liberalismo siempre va a beneficiar al poderoso frente al débil económicamente y que dicha bajada de impuestos significa, para el ciudadano “de a pié” no más allá de 20 €/año, porque la gran tajada de la recaudación de hacienda no son los impuestos directos sino los indirectos al consumo en los que todos pagamos lo mismo y sin poner encima de la mesa que los que verdaderamente podrían mejorar la injusticia impositiva directa (en función de los ingresos) van a continuar evadiendo por los siglos de los siglos

El enfrentamiento político, plagado de insultos y descalificaciones, que se está viviendo en Madrid entre el PP, que controla el Gobierno de la Comunidad (liderado por Díaz Ayuso) y el Ayuntamiento (liderado por Martínez Almeida), y el Gobierno Central (controlado por PSOE y Podemos) amenaza con volver locos a los insensatos que intenten digerirlo. Las mentiras son el pan de cada día y cada situación problemática siempre es culpa del contrario aunque la gestión de las competencias que hayan provocado dicha situación  sea propia.

Si a todo esto añadimos el lío que han montado todos al unísono con el turismo de borrachera, unos permitiendo llegar a los franceses con toda la libertad del mundo, otros manteniendo la hostelería abierta como si no estuviéramos en una pandemia que está causando infinidad de muertes y la policía sin controlar absolutamente nada, no se sabe si por que no puede o por que no quiere el caos para una mente normal llega a unos niveles difícilmente tolerables. El caso es que los contagios suben, las UCIS se llenan y las muertes se siguen produciendo. ¿Alguno de vosotros entiende este desastre o tiene alguna idea viable para poder solucionarlo lo antes posible evitando muertes inútiles? Y aquí no me vale lo de que hay que compatibilizar la salud con la economía dentro de la máxima normalidad porque sin salud la economía también estará muerta. Si no nos adaptamos a unas limitaciones de funcionamiento para controlar la expansión de la pandemia a continuación las medidas tendrán que ser mucho más drásticas y los resultados peores.

¿Entendéis ahora los puntos suspensivos del título? ¿Cómo lo completaríais vosotros? ¿DE MADRID AL CIELO? o ¿DE MADRID AL INFIERNO?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *