La crisis

Nos pasamos la vida saltando en la cama elástica, subiendo al cielo con el impulso de la goma y bajando al infierno por efecto de la gravedad y, al final, yo no se si eso es bueno (y para quién), si alguien ha hecho el oportuno análisis o si de verdad interesa hacerlo. Lo cierto es que cuando llegamos a la parte del ciclo en que bajamos al infierno (CRISIS) hay un gran porcentaje de la sociedad, habitualmente la más desfavorecida e indefensa, que sufre y un pequeño porcentaje que se enriquece y le preocupa muy poco el sufrimiento de los demás.

El gran problema de este ciclo periódico de saltos y caídas es que, al contrario que las estaciones que fluyen espontaneas, en este caso viene provocado por oscuros intereses económicos de personas o entidades con capacidad suficiente para poder hacerlo y lucrarse tanto en la subida como en la bajada y mientras los, para ellos, pobres parias lo mas que pueden conseguir son unas migajas en la fase de ascenso y, posiblemente, la ruina, en la de descenso. 

Si escuchas a los medios de comunicación (incluyo en ellos a los expertos y políticos que dan clases magistrales) el caos te invade: lo que para unos es bueno en un determinado momento para otros es horroroso e incluso lo que es bueno hoy para todos mañana es un auténtico desastre. La inflación alta es mala pero la deflación es peligrosísima etc. Nos encontramos en un mundo en el que cosas aparentemente sin importancia, que suceden a miles de Kmts de nosotros, en economías que no tienen ninguna relación con la nuestra nos ocasionan auténticas convulsiones. ¿EFECTO MARIPOSA?.

Nos movemos al ritmo de los poderosos y remontamos o nos hundimos en función de sus intereses. A los profesionales de la Bolsa les da igual que suba o baje puesto que tienen la información necesaria o manipulan lo suficiente para ganar en ambos sentidos, los bancos, aunque pueden ver disminuidos ligeramente sus beneficios en determinados momentos, nunca corren el riesgo de arruinarse porque al final, si es necesario, se les rescata con el dinero de todos y los pobres ciudadanos de a pie a los que en su momento les indujeron a un consumo sin freno son los que verdaderamente se encuentran abandonados en medio del desierto después de haberles quitado hasta la última gota de agua. 

Vamos a centrarnos, para poder entenderlo mejor, en lo que nos es más próximo, en nuestro país: aunque todo el mundo nos ha vendido, y nos lo hemos creído, que la crisis comenzó en 2008 en realidad, según yo creo, los cimientos llevaban fraguando más de 20 a. y eso ha hecho que la salida sea mucho más larga y difícil.

En 1982 entramos, de pleno derecho, en la entonces denominada Comunidad Económica Europea y ello trajo consigo una importante cantidad de fondos, básicamente para el desarrollo de infraestructuras. La generación de puestos de trabajo que esto supuso hizo que aumentara el dinero circulante en manos del ciudadano de a pie. La 1ª generación en la que trabajan ambos cónyuges había llegado al punto en que los hijos se habían emancipado y la inversión en 1ª vivienda estaba finalizada pero los ingresos seguían fluyendo y se embarcan en la adquisición de una 2ª en la costa; la modificación de las costumbre hace que las unidades familiares pasen de ser de 3-4 personas a 1-2 y eso significa una mayor necesidad de viviendas en las ciudades: con este aumento de la demanda se construye sin freno (aumentando los puestos de trabajo) y se llega al considerado pleno empleo. La sociedad, recién salida de la dictadura, reclama mejoras sociales y, lo que en el resto de la Comunidad Europea se había hecho a lo largo de muchos años, aquí se pretende hacer en menos de una década; a esto hay que añadir la proliferación desmedida de la corrupción en todos los ámbitos, preferentemente en los políticos (el Estado se endeuda). La legislación y la conciencia fiscal de los ciudadanos (sobre todo los más ricos y poderosos) no está lo suficientemente desarrollada con lo que el fraude campa por sus respetos.

Con este escenario sobre la mesa los bancos y los especuladores se encuentran en un hábitat idóneo para sus intereses: prestan dinero sin más garantía que la nómina con tasaciones infladas por sus propias empresas (para las casas, los coches, los viajes e incluso para cirugías estéticas), la euforia consumista es tremenda, la gente ignorante en inversiones mete sus ahorros en productos muy complejos y de mucho riesgo manipulados por las entidades bancarias. En esta euforia el precio de la vivienda sube sin parar y no parece tener límite.

De repente, en 2007, quiebran algunos de los grandes especuladores, se desata el pánico y todo lo demás ya nos lo sabemos de memoria: los bancos, cuando prestan ellos teóricamente con préstamo hipotecario (en la realidad préstamo personal con garantía hipotecaria no informado adecuadamente por los Fedatarios Públicos) reclaman el total del préstamo, que no cubre el valor actual de la vivienda, y aparecen los desahucios sin que ello signifique una desaparición del total de la deuda; cuando estos mismos bancos reciben un préstamo de los ciudadanos avalado por un valor de las acciones propias referido al momento de la operación, al llegar el momento del vencimiento le aplican el valor real de ese momento.

Llegados a este punto yo me pregunto: ¿porqué se aplican criterios opuestos en ambos casos?, ¿porqué se permite que en los 2 beneficie al poderoso y dañe al débil?, ¿cómo se puede evitar que esto ocurra?, ¿cuándo terminará la crisis? Mi sensación es que la dificultad será extrema mientras que los que teóricamente tienen posibilidades  no tengan la intención de hacerlo o  estén coaccionados (y lo van a estar siempre) por poderosos que los pueden dejar tirados como «klinex». La capacidad inmediata del ciudadano de a pie es mínima, la única opción es la concienciación, solidaridad y planificación a medio y largo plazo. Yo creo que todo lo que sea ruptura a corto va a significar una revolución  y eso puede resultar nefasto.

Todo lo anterior es un intento de entender el origen y la evolución de la llamada crisis de 2008, pero si nos preocupamos de analizar con un poco de profundidad las situaciones posteriores nos daremos cuenta que todo se va repitiendo periódicamente aunque el origen sea distinto. O, de verdad, ¿creéis que el resultado final del lío que ha montado del Covid 19 va a ser distinto?  

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