La guerra

Hace un año publicábamos sobre una viñeta del Roto acerca de la licantropía y la filantropía; hoy lo vamos a hacer partiendo de otra, publicada en los últimos días, posiblemente más terrorífica que la anterior, tal como se puede observar en el encabezamiento. Para mí es la mejor definición de la guerra que he visto a lo largo de toda mi vida.

Hace ya más de 2 meses que, después de un periodo de “maniobras” del ejército ruso, se inició la guerra de Ucrania, una más de las que, a lo largo de la historia, se han producido en este mundo en el que nos ha tocado vivir. Por supuesto que la responsabilidad de la decisión de dicho acto y las consecuencias generadas corresponde a la persona o  personas que la han tomado, en este caso Vladimir Putin.

Si recurrimos a la RAE nos aparece, en su segunda acepción, “LUCHA ARMADA ENTRE DOS O MÁS NACIONES” y, por supuesto, siempre que aparecen, en la relación entre las personas las armas, la presencia de la muerte se hace inevitable, ya sea por la acción directa o como consecuencia de las situaciones que se generan. 

Si retrocedemos en el tiempo hasta la etapa evolutiva de los Neandertales posiblemente sea esta la única actividad del ser humano que se continua repitiendo periódicamente, cambiando únicamente los motivos alegados para iniciarla; ¿tan poco hemos evolucionado después de tanto tiempo? De verdad ¿no hemos sido capaces de descubrir otro mecanismo más civilizado y menos dañino a la hora de dilucidar nuestras discrepancias? O ¿realmente de lo que se trata es de imponer, por la fuerza, nuestra falta de razón?.

A la hora de iniciar una guerra, ya sea con declaración previa o utilizando eufemismos, nos encontramos con multitud de motivos, cada cual más peregrino: religiosos, económicos, territoriales, preventivos e incluso se le llama santa prometiendo el cielo a los que mueren en ella. Lo único que tienen en común siempre es la gran cantidad de muertos que generan en uno y otro bando.

Se puede entender que en los albores de la historia, sin unos límites territoriales admitidos por acuerdo, se produjeran enfrentamientos derivados de necesidades alimenticias e incluso, yendo más lejos, por motivos religiosos; pero en el momento evolutivo actual, para una mente con una capacidad de razonamiento dentro de unos límites aceptables, resulta muy difícil asumir todos esos motivos.

Desde mi punto de vista sólo soy capaz de ver motivos de poder, económicos, egoístas y fanáticos; todo lo demás lo utilizan para enmascarar y siempre aprovechando, en unos casos la buena fe y en otros la apatía de las personas que, al final, terminan siendo las verdaderas damnificadas. ¿VAMOS A CONTINUAR SIEMPRE ASÍ? ¿DÓNDE TENEMOS QUE BUSCAR LA TAN CACAREADA EVOLUCIÓN DE NUESTRA ESPECIE? O REALMENTE, EN LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE, ¿SÓLO SE TRATA DE UNA EMPANADA MENTAL PARA JUSTIFICAR TODAS LAS BARBARIDADES DE LOS PODEROSOS?

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