La Teta

Una de mis hijas, ardiente defensora de la libertad, permite que un grupo de gatos “callejeros” permanezca en el jardín, comiendo de lo que ella les aporta, y preserva su libertad; son animales que habitualmente no dejan ni que te acerques a ellos pero, de vez en cuando, hay alguno tremendamente cariñoso. Paula dice que no son sus gatos, sino unos gatos que libremente han decidido vivir allí.

Este verano una hembra de los cuatro habituales (tres son hermanos y la 4ª es su madre) ha tenido tres descendientes, todos negros, que inmediatamente ha aposentado en el jardín; podéis imaginar la escena de los tres enanos mamando casi durante todo el día y dejando a la madre auténticamente en los huesos.

El cuadro de la madre tumbada y los tres fieras enganchados de las tetas paso al limbo de los justos una vez reincorporado a la actividad normal hasta que dos entrevistas aparecidas en El Correo me lo trajeron de nuevo a la actualidad; en ambas se “reclamaban” más «ayudas» públicas para actividades privadas que ya reciben importantes cantidades y no pude evitar ver a los dos “reclamantes” como los gatitos chupando de la teta de su madre, solo que en este caso la teta es el dinero público y determinada gente, una vez cogida, no la suelta ni con aceite hirviendo.

Hay un par de dichos muy españoles, “lo que es del común no es de ningún” y “el que venga detrás que cierre la puerta” que yo creo son la mayor barbaridad que haya podido parir nuestra maravillosa lengua pero que, por lo visto, la mayoría de la gente no es de la misma opinión y, a la más mínima oportunidad, los ponen en práctica y se cuelgan de la teta económica pública para no soltarla jamás.

Voy a compartir con vosotros cuales son las entrevistas que me han hecho recordar a mis queridos gatitos. La primera es al responsable de la  sociedad máxima accionista del Baskonia de baloncesto y del Deportivo Alavés y sus manifestaciones son que en Otoño presentarán un proyecto para la ampliación del campo de Mendizorrotza (municipal) en 10000 localidades, y uno no ha podido evitar recordar algo calcado a cuando presentó una ampliación del Buesa Arena en 5000 localidades (alegando que eran necesarias para traer a Vitoria la Final Four) y que costó a las arcas públicas por encima de 30 millones de euros. La segunda es del responsable del FesTVal en la que dice que para estar acorde al esfuerzo de las cadenas de TV necesitan más dinero.

Voy a intentar poner encima de la mesa una serie de datos: 1- El futbol y el baloncesto profesionales son dos deportes espectáculo. 2- El nº total de abonados de ambos clubs no supera los 25.000 (el 8,33% de la población) 3- El costo del Alavés para las instituciones desde la marcha de Píterman ha sido (al menos) de 12 millones en deuda fiscal y 16 millones pactados por los políticos para hacerlo viable y que el grupo propietario actual fuera a la ampliación de capital. El costo del Baskonia en el mismo tiempo sobrepasa los 30 millones y digo que la ampliación del Buesa es costo del Baskonia porque se realizó ante sus exigencias. 4- Si estamos de acuerdo en que ambos son espectáculos y que la asistencia media no supera los 25.000; ¿cuánto habría que poner encima de la mesa a los otros 275.000, por conceptos similares, para que seamos justos? ¿No estaríamos rondando los 500. 000 en el mismo tiempo? ¿Cuánto se ha dedicado de verdad?. ¿Qué ayudas en ese tiempo se han dado a las empresas que han hecho esfuerzos para crear  empleo en ese tiempo?.  4- El FesTVal es un evento en el que se presentan las producciones de TV para la siguiente temporada por tanto a quien estamos aportando dinero público es a la publicidad de las cadenas.

Desde mi punto de vista lo lógico sería que una vez transcurrido el año se valorara la repercusión económica en la ciudad y que, en base a ella, se establecieran las ayudas correspondientes. El resto del costo debería ser soportado por los asistentes como cada uno paga las consumiciones cuando las hace en un establecimiento hotelero.

Os he puesto encima de la mesa dos casos concretos y locales pero, a la vista de todo lo que se publica, podéis hacer cálculos (seguro que se quedan cortos aunque os parezca una barbaridad) de lo que le supone a la teta pública (es decir a nosotros) la banda de chupones que están colgados de ella. ¿Os imagináis lo que se podría hacer, socialmente, con ello?

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