Las fronteras

Estos últimos días estamos viviendo, a través de los medios de comunicación, unos sucesos que se repiten asiduamente en el espacio y el tiempo hasta donde la memoria aguanta.

Me estoy refiriendo a la falta de respeto del derecho a poder vivir en la tierra en la que has nacido (si así lo deseas) en libertad. A lo largo de la Historia nos encontramos con infinitos casos en los que se expulsa, por la fuerza, a los habitantes de un territorio, o bien se les esclaviza en ella o se les lleva fuera como esclavos. Nos parece que en nuestra época eso no es posible, pero si hurgamos un poco nos encontraremos abundantes casos, a lo largo y ancho del mundo, en los que se da alguna o varias de estas circunstancias.

Pero ¿a qué se debe?. Puede ser entendible que cuando éramos cazadores o recolectores (en la prehistoria) actuáramos así para conseguir los territorios con más posibilidades de mantenimiento del grupo; posteriormente yo creo que siempre ha sido por ambición y casi siempre de personas individuales y perfectamente identificables a lo largo de toda la Historia, desde los grandes imperios de la antigüedad hasta los actuales.

En principio, podemos pensar que a medida que evolucionamos las posibilidades de este tipo de situaciones son más difíciles dado que nos consideramos civilizados y eso debe hacer que respetemos más a nuestros semejantes; nada más lejos de la realidad. Analicemos varias de las múltiples situaciones que se dan en la actualidad y que pueden no tener nada que ver con las fronteras:

1-   La más próxima y motivo de esta reflexión es la de Ucrania y en ella entran en conflicto factores étnicos, religiosos y, sobre todo, económicos que adecuadamente manipulados se puede conseguir, a lo largo del tiempo, hacer imposible conocer la causa del inicio del conflicto. Al final hasta la realidad puede parecer manipulación. Podemos considerarlo como un conflicto territorial.

2-   Una 2ª y también de máxima actualidad es la llamada “inmigración ilegal” pero ¿por qué se produce?; en principio por que las condiciones de vida en su tierra son denigrantes (para llegar a esta situación ha colaborado la sociedad occidental “civilizada” llevándose todas sus materias primas sin dar nada a cambio) no sólo ahora, y toda persona tiende y tiene derecho a intentar conseguir unas condiciones de vida dignas. ¿Por qué ahora?; pues por la sencilla razón de que hasta hace unos años no tenían posibilidades de conocer otra forma de vida distinta a la suya. Este es un caso mixto de expulsión de su tierra o ser llevado fuera como esclavo aunque todo ello sea indirectamente y, no por ello, menos cruel.

3-   La 3ª también la conocemos todos; la forma de actuar de las grandes multinacionales que montan sus fábricas en zonas en las que, sin ningún tipo de protección social, pagan unos salarios miserables y así consiguen unos beneficios escandalosos sin importarles a costa de que. Este es el caso de esclavitud en su propia tierra.

Como pueden ver ni hemos evolucionado tanto ni hemos desterrado de este mundo las mismas miserias de siempre. Continuamos siendo lo mismo de egoístas, avaros, violentos e insolidarios que siempre hemos sido con la única diferencia de que hemos aprendido a ocultarlo y, si no podemos, a justificarlo. Desde el punto de vista de la ETICA no parece que hayamos conseguido gran cosa y, lo que es peor, yo no detecto visos de que vayamos a cambiar.

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