Reflexiones en vacaciones III: los amigos

Otra de las características típicas de las vacaciones es que te separan, temporalmente, de los amigos. Puede que esta separación y una mayor convivencia con la familia sea muy necesaria e, incluso, imprescindible pero eso no puede evitar que en determinados momentos los añores.

Con el paso de los años te vas dando cuenta que el concepto amigo va cambiando y el círculo de estos va disminuyendo y el número al que calificas de tal queda reducido a no más de media docena. Yo me considero un privilegiado porque me muevo en esa cifra de personas en manos de las cuales pondría mi vida y la de los míos sin miedo a que la dilapidaran.

 Hoy quiero rendir un homenaje a uno de ellos que me ha acompañado a lo largo de los últimos 40 años aportando, tanto en lo humano como en lo profesional, un caudal de experiencias y sentimientos que solo la perspectiva del tiempo te permite valorar. Él creyó en mi recién salido de la Universidad y me facilitó el desarrollo profesional, estuvo a mi lado y me apoyó en todos los proyectos en los que se lo pedí, supo entender los momentos difíciles en los que las decisiones eran traumáticas y continuó siendo mi amigo; como en toda relación han existido momentos de tensión pero, gracias a su tolerancia, han hecho que la relación sea más sólida. En estos momentos mi amigo está jubilado (es 10 años mayor que yo), en el último año ha pasado momentos de salud difíciles y, ahora ya superados, vuelve a ser un disfrute sentarte con él, los martes a mediodía, delante de un café, no para recordar el pasado sino para hablar del futuro y hacer una crítica de los que nosotros creemos malos funcionamientos de la sociedad e intentar aportar ideas.

GRACIAS PRIMITIVO POR TODO. SER TU AMIGO ES UN HONOR.

SIEMPRE TE QUERRE.

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